El negocio de la TRATA mueve 32.000 millones de dólares anuales en el mundo. En nuestro país 500 mujeres y niñas desaparecen anualmente por el accionar de estas redes.¿Cuantas victimas más son necesarias para que haya una política destinada a erradicar la complicidad que permite el desarrollo de la esclavitud sexual de las mujeres en plena democracia?
A raíz de la denuncia efectuada ante la justicia federal por Lorena Martins hacia su padre, Raúl Martins - ex jefe de la Side en nuestro país- y su red de colaboradores, nuevamente se cristaliza la amplitud internacional del problema de la Trata de mujeres.
En su denuncia, Lorena expone los delitos cometidos por dicha organización basada en la explotación sexual, secuestro, privación de la libertad de las mujeres, así como también su vinculación con la comercialización de estupefacientes. El caso conmociona y vuelve a dar luz acerca del Modus operandi de estas organizaciones en la Argentina. Según Lorena, la red de siete prostíbulos en Buenos Aires y más de tres rotativos en las playas de México operaron impunemente con sede en nuestro país desde hace ya muchos años. En la década del '90, fueron investigados varios de estos prostíbulos pero volvieron a funcionar gracias a la complicidad política, policial y judicial.
Carla (Victima de la red de trata de Raúl Martins en México) describe en su relato: "No se puede recurrir a denunciar la red cuando los funcionarios y policías son los que están consumiendo el servicio de la trata".
Lorena aportó pruebas que constatan el sistema de coimas que mantienen los locales nocturnos con la Policía Federal Argentina y puso de manifiesto la derivación de los fondos de la trata para el financiamiento brindado por Raúl Martins al propio Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, durante su campaña electoral.
Luego de realizar la denuncia, Lorena manifiesta preocupación por el juez Norberto Oyarbide, que fue sorteado para el tratamiento de la causa. Oyarbide es amigo intimo de la familia, participo hasta del casamiento propio de Lorena y su hermano, y causa sorpresa que no se hayan realizado allanamientos, ni la citación a declarar correspondiente en estos casos.
El hacer pública la denuncia resguarda la integridad física de las testigos quienes están siendo protegidas por custodia.
Como colectivo de mujeres, Las Juanas en el Frente Amplio Progresista nos preguntamos cuántas denuncias más, cuántas mujeres más, le harán falta a esta Justicia, a este Gobierno, para desmantelar estas redes delictivas que secuestran, desaparecen y reducen a la esclavitud a millones de mujeres, terminando en la mayoría de los casos con sus vidas.
Nuevamente llamamos a esta presidenta enarbolada con el discurso de los derechos humanos a que:
· Depure las fuerzas policiales, estatales y judiciales que permiten el establecimiento y desarrollo de estas redes.
· Genere políticas de prevención y erradicación de la trata de mujeres con fines de explotación sexual.
Es una deuda del Poder Legislativo actual la modificación de la Ley de Trata vigente, que deja sin amparo a mujeres mayores de 18 años que son explotadas sexualmente (el gris del texto de la ley supone que a mayoría de edad hay elección consentida por parte de las victimas). Es necesario que el problema de la trata sea tenido en cuenta para que se asigne un real presupuesto, brindando protección y contención legal y psicológica a testigos denunciantes de estas redes y a las víctimas rescatadas de la Trata.
Es evidente que este delito se lleva a cabo por complicidad política y policial. No obstante, cualquiera puede ser cómplice. Sin clientes no hay trata.
Las Juanas en el Frente Amplio Progresista
Movimiento Libres del Sur
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