Luego de permanecer tres temporadas en la última división, el mítico “Docke” de Avellaneda consiguió retornar a la C, después de ganarle a Ituzaingó con goles de Matías Fleitas, Alcides Miranda Moreira y Cristian Bruno.
Una vez finalizado el partido, la caravana de “los inundados del Docke” avanzó desde el oeste hacia el sur del conurbano bonaerense, para compartir la alegría de la hazaña lograda con la gente del barrio en el Estadio de los Inmigrantes. Justamente, la cancha de este club de fútbol lleva ese nombre en homenaje a quienes emigraron del viejo continente en el contexto de la Primera Guerra Mundial, instaurando en Dock Sud los cimientos de un barrio de clase trabajadora y dando origen en 1916, a esta institución deportiva que forma parte ineludible de la historia del distrito.
“No me importa si se inunda, o si un barco se quemó, yo te sigo a todos lados y te quiero ver campeón”, canta hace años la banda de Dock Sud. Aunque para algunos hinchas conquistar el campeonato y el ascenso representaba una utopía, ese ansiado momento llegó. Hoy los habitantes del rincón más descuidado, postergado y contaminado de Avellaneda, son protagonistas y fieles testigos de esta realidad en la que puede resultar sorpresivo que no sea la lluvia, sino la satisfacción del sueño realizado lo que inunda las calles del barrio. De ahora en adelante, el 9 de mayo de 2011 será recordado por todos, como la histórica noche en que “los inundados del Docke” relegaron por un momento la lúgubre realidad contaminada del barrio portuario, para dar paso a una gran fiesta teñida de azul y oro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario